CIUDAD DORMITORIO
Al pasar
las construcciones la retrasan
la distraen
sonándose unas contra otras.
Y ahí está el aire
dispuesto a arrastrarla.
El otoño nunca vuelve
esta temperatura ayuda a morir sin espanto.
La mujer busca dónde dormir
en las puertas de las grandes sucursales
y sueña
que realmente duerme.
Ana Paula | 13 de marzo de 2012, 16:19
¡Hola Grasiela!
Te gusta mucho la poesía. Estoy pasando para conocer a tu blog, abrazos, Ana.
Patti Duranti | 13 de marzo de 2012, 16:47
Felicitaciones Grazi...¡Su blog es muy hermoso!
Y el mensaje es inspirador, ¡Me encanta!
¡Abrazo!